La vitamina C es esencial para un cuerpo sano. Entre los tantos beneficios de la vitamina C es bien sabido que estimula el sistema inmunológico, facilita la absorción de hierro, ayuda a tratar ciertas enfermedades o a luchar contra la fatiga temporal.
Beneficios de la vitamina C
Colágeno
La proteína del colágeno juega un papel clave en el mantenimiento y la regeneración de la masa ósea y de la piel. El colágeno le da a los diversos órganos y tejidos de nuestro cuerpo sus propiedades elásticas y de resistencia. El 30% de nuestro cuerpo está hecho de colágeno, el 75% de nuestra piel.
La vitamina C participa en el proceso de polimerización (síntesis) de las fibras de colágeno. De esta propiedad, la vitamina C podría extraer sus virtudes revitalizantes: la preservación del capital óseo y la regeneración de la piel.
El ácido L-ascórbico está presente en la mayoría de los productos cosméticos “tonificantes” o suplementos alimenticios.
La diabetes y el colesterol
Un experimento americano implicó el monitoreo de 70 pacientes con diabetes tipo 2 tratados con metformina. El objetivo de este estudio era destacar la contribución beneficiosa de la vitamina C a la regulación de la glucemia. Para ello, el 50% de los pacientes tomaron 500mg de vitamina C de forma continua al día.
3 meses después, se descubrió que los sujetos que habían consumido la vitamina tenían niveles de azúcar en la sangre más bajos en ayunas y después de las comidas que los sujetos no tratados con vitamina C. Lo mismo ocurría con sus niveles de hemoglobina glicosilada.
Un experimento de este tipo podría subrayar la contribución beneficiosa del consumo de vitamina C (bajo control médico, por supuesto) en lo que respecta al control del azúcar en la sangre. Sin embargo, la vitamina C no es un sustituto de una dieta saludable y completa.
El tabaco y el alcohol
Fumar y el alcoholismo son la causa de la deficiencia de vitamina C. En efecto, el consumo regular de tabaco o de alcohol reduce el capital de vitamina C del organismo y contribuye así a su fragilidad: la fatiga, el envejecimiento celular (de la piel en particular), el debilitamiento de las defensas naturales y el proceso de polimerización de centenares de proteínas (colágeno por ejemplo).
Además, como parte de la cesación del tabaquismo, puede ser beneficioso aumentar la ingesta diaria de vitamina C (verduras verdes, frutas, verduras crudas o posiblemente un suplemento alimenticio), ya que el cuerpo del fumador está sometido a una gran tensión.
Según el estudio “Dietary Reference Intakes for Vitamin C, Vitamin E, Selenium, and Carotenoids. Food and Nutrition Board, Institute of Medicine” (EE.UU., 2000), la ingesta diaria recomendada para un fumador es de 125mg/día y de 110mg/día para una mujer fumadora.
Frío
En lo que respecta al tratamiento de los resfriados, los beneficios de la vitamina C (como parte de una cura) desempeñarían esencialmente una función preventiva.
Aunque la vitamina C ayuda a fortalecer y renovar el sistema inmunológico, no es un sustituto de él. El ácido L-ascórbico tendría entonces la principal virtud de reducir la duración del frío en un 40% y su intensidad en un 20%, aunque no descarta el riesgo de infección. Estos resultados varían de una persona a otra. Además, el ácido l-ascórbico no puede reemplazar de ninguna manera una dieta saludable y completa.
Cerebro y sistema nervioso
La vitamina C desempeña un papel importante en la síntesis de los neurotransmisores, elementos centrales del cerebro y del sistema nervioso.
La falta de vitamina C provoca una disminución de la producción de norepinefrina (un neurotransmisor), lo que lleva a una disminución de la atención. Además, el estrés aumenta la deficiencia de vitamina C. De hecho, cuando estamos bajo estrés, las glándulas suprarrenales se activan y el contenido de vitamina C en estas glándulas disminuye bruscamente.
Cáncer
En el Congreso celebrado en septiembre de 1990 en Washington, D.C. se destacó que la vitamina C puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer y que un bajo consumo de vitamina C (llamado hipovitaminosis) aumentaría el riesgo de cáncer. Por otra parte, la vitamina C podría atenuar las consecuencias causadas por los efectos secundarios de la quimioterapia y de la radioterapia (según Médicos Nuevas n°95 – 4º trimestre de 1999).
Es imposible decir que la vitamina C puede curar el cáncer, pero podría ayudar al trabajo de “reparación” del cuerpo. Los resultados anteriores no pueden sustituir en modo alguno a la opinión de un profesional de la salud, que siempre prevalecerá sobre la información presentada en este sitio.
Dolor y osteoartritis
La vitamina C puede ayudar a reducir el dolor de huesos en algunos casos.
Entre los beneficios de la vitamina C se encuentra también puede ayudar a combatir la osteoartritis, que suele estar asociada a la vejez. Algunos sitios especializados recomiendan combinar la vitamina C con la vitamina E y el silicio orgánico.
Coagulación de la sangre y anemia
La vitamina C tiene un papel en la coagulación de la sangre. Por lo tanto, Uno de los mas grandes beneficios de la vitamina c es que puede ayudar a combatir los síndromes hemorrágicos.
La anemia puede ser causada por la falta de vitamina B9, también conocida como ácido fólico, que se encuentra en las verduras verdes, los frutos secos, las semillas y los despojos (hígado de cordero y cerdo). Como es gracias al ácido ascórbico que el ácido fólico se convierte en ácido folínico, una deficiencia de vitamina C causa una falta de vitamina B9, que es la causa de la anemia.