Cómo iniciar a meditar: La meditación se considera a menudo como un acto religioso o reservado a un círculo cerrado de practicantes de yoga, a menudo percibido como original.
Sin embargo, es una práctica abierta a todos y puede ayudar a muchas personas en su desarrollo personal, pero también en su búsqueda de la felicidad y en su gestión del estrés diario.
A medida que la vida contemporánea depende cada vez más de los flujos ininterrumpidos de información de nuestros dispositivos móviles, y la estimulación constante se convierte en la norma, la gente anhela una manera de desconectar y dar a sus mentes un descanso.
La meditación ofrece una forma de hacerlo.
Si has estado sintiendo que te gustaría probar la meditación pero no estás seguro de cómo, entonces aquí tienes un método básico para empezar.
¿Qué es la meditación?
Para nuestros propósitos, definamos la meditación como estar atento a las fluctuaciones de tu mente.
La mayoría de las veces, nos identificamos completamente con nuestros propios pensamientos, lo que significa que no hay separación entre los pensamientos y el pensador.
La meditación comienza a romper esta relación.
Hay muchas escuelas diferentes de meditación, cada una con su propia metodología.
La técnica de observación de la respiración que se describe a continuación se basa en una tradición budista.
1. Designar un tiempo
A mucha gente le gusta meditar a primera hora de la mañana, pero si otro momento del día es mejor para ti, ve con eso.
Sólo asegúrate de elegir un momento en el que puedas dedicarte constantemente a esta práctica.
No tiene que ser larga.
Diez o quince minutos es un buen lugar para empezar.
Si tienes una rutina regular de yoga en casa, puedes hacer tu meditación al final.
2. Crear el espacio
Además de elegir un momento, también necesita encontrar un lugar para su práctica.
No tiene que ser grande o tener algún tipo de decoración especial, pero debe estar lejos de las distracciones del hogar.
Un rincón de su dormitorio o sala de estar es perfecto. También necesitarás un temporizador que sonará al final de tu sesión de meditación para que no estés constantemente revisando el reloj para ver cuánto tiempo queda.
Silencia tu teléfono para que no te tiente interrumpir tu meditación si suena.
3. Calentamiento
Tal vez quieras hacer una pequeña secuencia de yoga de calentamiento antes de sentarte, especialmente si vas a meditar a primera hora de la mañana.
Si no necesitas calentarte, también está bien.
4. Cómo sentarse
Si puedes sentarte en el suelo, ten mantas o un cojín para sentarte.
Los cojines de meditación llamados zafus son bonitos, pero definitivamente no son necesarios.
Intenta una posición con las piernas cruzadas como la sukasana.
La mayoría de la gente no puede sentarse durante mucho tiempo en la posición de loto e incluso pueden lesionarse intentándolo, así que evita eso por ahora.
Si las piernas cruzadas no son cómodas, intenta la virasana con un bloque bajo tu asiento.
A menudo es una posición más fácil para su espalda. Si no puedes sentarte en el suelo, también está bien.
Busca una silla en la que puedas sentarte derecho con los dos pies apoyados en el suelo.
Cómo iniciar a meditar
Aquí hay algunos consejos para aquellos que deseen comenzar la meditación.
Aunque hay muchas técnicas de meditación y yoga, es sobre todo una forma de reconectar con tu mente inconsciente y ser plenamente consciente de ti mismo.
Meditar es convertirse en testigo de los propios pensamientos, emociones y sensaciones físicas para aceptarlos mejor e integrarlos en el propio ser.
La meditación es una experiencia y requiere práctica
No aprenderás a meditar con los libros.
Como en un deporte, es importante conocer la teoría, pero es a través de la práctica del yoga y la meditación que se progresará.
¿Cómo meditar concretamente?
La primera sesión de meditación puede ser complicada de lograr.
De hecho, la meditación no se aprende de la noche a la mañana.
Es necesario comprometerse a ello, especialmente si uno tiene dificultades para tomarse un respiro en la vida diaria.
Se dice que la paciencia es la madre de todas las virtudes.
Aplica este concepto a la meditación y no admitas la derrota si no logras «no pensar» las primeras veces.
El lugar donde se medita es muy importante
Pero cuando empiezas, es mejor seguir unas cuantas reglas simples para facilitar tu aprendizaje:
Encuentra el momento adecuado
Tratar de meditar a diferentes horas del día puede ayudarte a encontrar el momento adecuado para ti.
Puede ser por la mañana para empezar bien el día o por la noche para liberar la tensión, o incluso a la hora de comer para recargar las pilas sin necesidad de dormir una siesta
Elige un lugar tranquilo
Con la práctica puedes ignorar el ruido y el ambiente, pero al principio es mejor elegir un lugar sin ruido ni molestias visuales donde puedas sentarte cómodamente en tu tapete de yoga.
El silencio es importante
Un ambiente familiar, como en casa, puede ayudar a relajarse al principio.
Para ayudarte, puedes encender una vela, incienso o instalar algunos cojines.
Una música de fondo relajante y sin palabras también puede ayudar a algunas personas a calmarse.
Definir un tiempo de meditación
Lo ideal es empezar con 10 minutos de meditación diaria.
El objetivo es la consistencia e ir aumentando el tiempo poco a poco.
Adopta una posición cómoda
Acostado en la posición de savasana o en la posición de loto sentado, lo importante es mantener la columna vertebral recta.
Con los ojos cerrados o fijos en un punto frente a ti, quédate quieto y relájate.
Céntrate en la respiración
Respirar profundamente y ser consciente de la propia respiración es el primer paso hacia la meditación.
Es la primera de las técnicas de relajación y la más fácil de realizar.
La respiración te permite relajarte y liberar la tensión
Purifica tu estado de ánimo
Al principio, probablemente te será difícil no pensar en tus ansiedades, tus deseos, tus listas de cosas por hacer…
No es grave, tu mente necesita un período de tiempo para lograr que tus pensamientos fluyan sin ningún juicio de su parte y para alcanzar un nivel de simple contemplación.
Ir mejorando con cada practica
En cada sesión, anotarás tu progreso y aprenderás a domar tus sentimientos sin tratar de controlarlos constantemente, sino dejar que todo fluya.
Hacer un repaso en cada meditación te permite darte cuenta de las mejoras que necesitas hacer para volver a centrarte únicamente en ti mismo.