La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina soluble en agua esencial para nuestra salud. Pero para qué sirve la vitamina C. Dado que no puede almacenarse en el cuerpo, debe suministrarse regularmente a través de la dieta. Conocida por su acción «anti-fatiga», la vitamina C tiene muchas otras virtudes. Hagamos un balance de sus beneficios, especialmente para los ancianos, para asegurar una buena condición física y una buena salud.

Las necesidades de vitamina C de los ancianos son mucho mayores que las de otras poblaciones. El consumo de un anciano debe variar de 120 a 130 mg por día. Para ayudarte a consumir vitamina C regularmente, aquí tienes algunas ideas de alimentos: pimientos, col, berro, perejil, acedera, sin olvidar las frutas y los cítricos.

 

Para qué sirve la vitamina C

Fortalece el sistema inmunológico

La vitamina C apoya el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Así que no es sorprendente que mucha gente lo use para prevenir o tratar resfriados. Además, refuerza las defensas ayudando a combatir muchas otras infecciones bacterianas y virales.

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Es un poderoso antioxidante

¿Para qué sirve la vitamina C? tiene muchas propiedades antioxidantes y ayuda a neutralizar la acción de los radicales libres protegiendo el cuerpo del daño que pueden causar. Esto ayuda a extender la vida de las células, haciéndolas más resistentes.

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Contribuye a la curación de heridas y fracturas

Al apoyar el desarrollo de la producción de colágeno, la vitamina C contribuye a la curación de heridas y fracturas actuando como un agente curativo. Además, apoya el desarrollo y el funcionamiento adecuado de muchas estructuras del cuerpo humano como huesos, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos, dientes, piel y otros órganos.

 

Mantiene los vasos sanguíneos sanos

¿Para qué sirve la vitamina C? promueve la dilatación de los vasos sanguíneos evitando su estrechamiento y manteniéndolos sanos. Además, desempeña un papel fundamental en la protección del corazón, actuando como agente de prevención de las enfermedades cardíacas, el colesterol alto y la hipertensión arterial.

 

Mejora el estado de ánimo

Varios estudios muestran una relación entre el aumento de la ingesta de vitamina C y la disminución de los trastornos del estado de ánimo. Se sabe que esta vitamina mejora el estado de ánimo y reduce el estrés y la ansiedad. Además de influir en el estado de ánimo personal, la vitamina C también contribuye al buen funcionamiento del cerebro.

 

Promueve la pérdida de peso

Comer alimentos ricos en vitamina C, así como suplementos de vitamina C, puede ser de gran ayuda para aquellos que quieren perder peso. Desempeña un papel fundamental en el control de los niveles de azúcar en la sangre y promueve la oxidación de la grasa durante el ejercicio. De hecho, las personas con una deficiencia de vitamina C tienen más dificultad para perder grasa que aquellos que toman las cantidades correctas de esta vitamina.

 

Promueve la salud de la piel, el cabello y las uñas

¿Para qué sirve la vitamina C? contribuye al desarrollo y reparación de los tejidos del cuerpo y tiene muchos beneficios en términos de belleza del cabello, la piel y las uñas. La vitamina C ayuda a la elasticidad de la piel, lo que significa que previene la aparición de estrías, promueve el crecimiento y fortalecimiento del cabello y mantiene la integridad de las uñas.

 

Ayuda a retrasar el proceso de envejecimiento

Sus propiedades antioxidantes y su importante papel en la síntesis de colágeno hacen de la vitamina C un importante ingrediente en el proceso de antienvejecimiento, a menudo utilizado en suplementos y productos para el cuidado de la piel. El consumo de vitamina C ayuda a combatir los daños causados por las toxinas en nuestra vida diaria y retrasa los efectos de los radicales libres en nuestro cuerpo al retardar el proceso de envejecimiento de las células y prevenir las arrugas y la sequedad de la piel.